lunes, 21 de junio de 2010

La aptitud, ¿es suficiente para llegar a la meta?

Hace unas semanas, tuve la ultima reunión con la profesora de mi hijo pequeño de 2 años. Después de todo el curso con preocupaciones por su actitud, no estaba segura de lo que me diría sobre su evaluación final. Su problema no era de aptitud. Lo conozco y sé que aunque no lo parezca en un principio, se queda con todo. Pero su carácter marcado y sus pocas ganas de hacer cosas que no le parecen interesantes, podría ser un problema en su evolución escolar.

Tenia muchas esperanzas en su profesora, Fina. Ya había llevado a mi hijo mayor y siempre la ví como una persona con una extraordinaria capacidad para hacerse con los niños. Àlex, mi hijo, la quiere mucho. Y se nota. Pero durante todo el curso, Àlex sólo ha enseñado su facilidad para conectar con los adultos, y en especial con las mujeres y niños mayores. Su sonrisa de pillo y sus carcajadas enamoran a cualquiera. Pero a la hora de trabajar en clase (fichas, dibujos, ejercicios de autonomía,...) pasaba totalmente. Nunca molestó en clase. Sencillamente escapaba de todas las miradas posibles para retraerse en su mundo interior y jugar con todo aquello que le motivaba.

Ahí está... que le motivaba.

La solución de Fina pasó por dedicar un tiempo exclusivo a Àlex. Así fue como se dio cuenta de que su potencial estaba latente. El reto era conseguir activarlo a través de una buena motivación. El especial reconocimiento de cada uno de sus pequeños logros, representaron una buena fórmula.

A fecha de hoy, tengo que decir que mis expectativas sobre Fina, su profesora, se han cumplido enormemente. Finalmente ha conseguido en un mes que Àlex se encuentren en un gran nivel, intelectualmente hablando. Pero debemos continuar trabajando porque aún existen algunos aspectos a nivel de motricidad, en los que le falta un punto de madurez. Esperamos que el reconocimiento diario y nuestra paciencia haga que Àlex afronte P3 en excelentes condiciones.

¿Cuál es la moraleja? La motivación es la base para que cualquier persona explote al máximo sus capacidades. Como responsable de un equipo de personas, tu objetivo es conocer los elementos que motivan a cada uno para conseguir el máximo a nivel individual. No es fácil, pero una vez tienes ese conocimiento, obtienes excelentes resultados.

¿Conocéis muchas Fina's? ¿Formáis parte de este tipo de personas implicadas con su trabajo que busca lo mejor de cada uno? Espero que sí.

martes, 1 de junio de 2010

La complejidad bloquea nuestras mentes, viva la sencillez

Desde siempre, las personas hemos querido tener la oportunidad de elegir entre un gran número de alternativas. ¿Para qué quedarnos con sólo dos canales de televisión? Queremos poder tener más opciones y elegir la mejor. El tiempo y la evolución de la sociedad ha hecho realidad nuestro gran deseo. Pero, ¿es eso realmente lo que queremos?

“Haz clic aquí” es un libro sencillo y didáctico que nos hace patentes una serie de realidades que demuestran lo poco racionales que somos a la hora de tomar decisiones. Desde un punto de vista de diseño web, Susan Weinschenk, psicóloga y Responsable de estrategia de usabilidad en Human Factors International, Inc., nos hace un recorrido por aquellos factores que afectan nuestras decisiones. Cosas como el hecho de que no controlamos la mayoría de nuestras acciones, que precisamos de la validación social a la hora de tomar decisiones, que nos bloqueamos ante un panorama elevado de alternativas, que el miedo a perder nos lleva a caminos a menudo, poco racionales.

¿Y por qué de todo esto? Nuestro cerebro se compone de tres partes: el primitivo, que reacciona de una forma casi automática, dónde la supervivencia es lo más importante (peligro, sexo y comida), el medio, responsable del proceso de emociones y que afectan a nuestro raciocinio, y por último, el nuevo, que es el que se encarga de procesar el lenguaje, de hablar, de pensar,... el racional. Pero en numerosas ocasiones son el primitivo y el medio los que toman de una manera no consciente, la mayoría de las decisiones.

Aquella página web que sea capaz de hablar a los tres cerebros será aquella que consiga conversiones. ¿Y cómo lo conseguimos?
  • mostrando votaciones y dejar recomendaciones de otros lectores;
  • construyendo reciprocidad a través de regalos;
  • utilizando la ilusión de la escasez;
  • limitando las opciones disponibles;
  • utilizando la inmediatez como arma de seducción;
  • poniendo la acción más importante en primer lugar;
  • hablando directamente con el cliente y poniéndolo en primer lugar;
  • consiguiendo su compromiso;
  • utilizando la supervivencia como moneda de cambio: peligro, sexo y comida;
  • utilizando el miedo a perder;
  • usando imágenes atractivas y similares a nuestros clientes objetivo;
  • y... siendo un contador de historias.

¿Creéis que todo esto es una manera de manipular al usuario?. ¿Por qué no lo debatimos en el próximo Monday Reading Club? Debatamos.